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20 años solos en la oscuridad. Tributo a Alone in the Dark

Recuerdo perfectamente la primera vez que oí hablar de Alone in the Dark. Fue en las páginas de una revista hace años desaparecida llamada OK PC.

Me impresionaron sus gráficos poligonales, sus diferentes cámaras, los monstruos... pero sobre todo la imagen de Edward Carnby, el protagonista, recorriendo a pie el camino de entrada a la mansión Derceto. Aquella escena absolutamente atrayente, evocadora del mayor de los misterios, me cautivó. La tengo grabada en la retina como una de las más influyentes en mis 25 años como jugador.

En este 2012 se cumplen 20 años del lanzamiento de Alone in the Dark, y he pensado que un título tan importante en la corta historia de nuestra afición se merecía un pequeño post a modo de tributo.


Historia

Jeremy Hartwood, conocido y reputado pintor, se suicida ahorcándose en el desván de su vieja casa. Los que lo conocían aseguran que pasaba por muy malos momentos, y hay quien afirma que se estaba volviendo loco. Sus últimos cuadros mostraban paisajes aberrantes, criaturas grotescas y escenas carentes de sentido.

¿Una genial mente desquiciada? ¿Una celebridad consumida por la fama? Lo cierto es que los muros de Derceto asustarían a cualquiera...


Alone in the Dark nos puso en la piel de Edward Carnby, investigador privado en apuros económicos que acepta un cheque de 100 pavos por hacer inventario de las numerosas obras de arte que sin duda aún se guardan en el interior de la mansión; pero también podíamos elegir a Emily Hartwood, sobrina del pintor, motivada por el ánimo de limpiar el nombre de su tío, convencida de que tras su suicidio había mucho más de lo que parecía a simple vista.

Con estas premisas, asistimos a una de las historias más profundas y brillantemente narradas que podemos encontrar en un videojuego. No en vano la mayoría de los numerosos relatos y pasajes que nos guían están basados en la obra del genial escritor H.P. Lovecraft, así como algunas de las criaturas y localizaciones.

La estructura argumental y la mecánica de ir encontrando diferentes escritos para atar cabos (que a su vez nos revelaban pistas para resolver situaciones) son ya parte ineludible de la historia jugable.

No está muerto lo que puede yacer eternamente...


Técnica

Alone in the Dark fue un absoluto referente técnico en su momento. En la edad dorada de las aventuras conversacionales, cuando estábamos acostumbrados a gráficos preciosistas; pero en 2D; este título se adelantó a su tiempo presentado un entorno perfectamente recreado (pre-renderizado, es verdad), con personajes 3D totalmente poligonales y multiples cámaras por estancia que se iban alternando para acomodarse a los movimientos del avatar.


Seguro que estáis aburridos de ver juegos que siguen este patrón; así que pensad hasta que punto fue influyente su modelo.

Además, presentaba unos efectos de sonido excepcionales, en los que los ecos de nuestras pisadas resonaban con matices perfectamente diferenciables en función de la superficie en la que estuviéramos, e inquietantes murmullos de las partes más escondidas de la mansión nos llegaban a través de las paredes.


Mito


Pero sin duda, mucho más que por su historia o su factura técnica sin parangón, Alone in the Dark es recordado como el creador de un género, el primero de lo que hoy conocemos como Survival Horror.

Sí, este título sentó las bases de Resident Evil, Silent Hill y toda la hueste de franquicias similares que durante todos estos años nos han acompañado.

La saga Alone in the Dark hace tiempo que perdió el rumbo, tal vez desde su primera secuela; otras han conseguido mantenerse en plena forma a lo largo de los años, y han eclipsado totalmente al título de Infogrames; pero Edward Carnby y Emily Hartwood fueron los primeros, los que nos abrieron la puerta al horror trepidante y lleno de acción.

Así deben ser recordados.


Este post fue originalmente publicado por mi en los foros de Meristation en 2012

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